
Exposición Aliento de León
A mi abuelo le encantaba ir al Parque Nacional Kruger siempre que podía, y los leones eran su animal favorito. Una de sus cosas favoritas con nosotros, los niños, era gruñir con fuerza. Creo que era su forma de conectar con nosotros.
Lo curioso de un león, al gruñir, es que saca la lengua, lo que me recuerda a la postura de yoga llamada respiración de león. Se saca la lengua y se emite un gruñido fuerte para liberar emociones, tensión y presión acumuladas, repitiendo ese sonido una y otra vez en esta postura liberadora.

Con Aliento de León, creo un respiro, una especie de alivio de la tensión. No he optado por centrarme en cuestiones políticas ni sociales, ya que abundan en Sudáfrica y creo que muchos artistas han explorado este campo y está bien documentado. Aliento de León trata más sobre soltar, crear un respiro para aliviar el estrés y sanar de la rutina diaria.
En la posición opuesta, tenemos al perro, interactuando juguetona y humorísticamente con el león, imitando su acción. El perro es mi sello distintivo y siempre aparece como tema en mis obras porque me encantan los perros, y son seres divertidos que nos enseñan a relajarnos.

El diseño de la melena del león presenta un movimiento ondulante y sinuoso que lo muestra liberando la tensión. Esta melena giratoria se reproduce en la pared con una paleta de colores que contrasta con las superficies reflectantes de la escultura. Esta obra de arte mural se presenta en 5 imágenes congeladas diferentes que capturan el movimiento del león al sacar la lengua en 13 colores, dando lugar a 65 piezas únicas.

Para complementar aún más estas piezas, la exposición presenta una interpretación moderna y lúdica de las esculturas, fundiéndolas en cristal de colores. La transparencia, el color y el brillo juegan con la luz, realzando su forma y convirtiéndolas en una pieza destacada en cualquier hogar, clásico o contemporáneo.





